lunes, 30 de enero de 2012

El Vaticano demanda una autoridad global y un banco central mundial


Cada vez son más las credenciales que versan entorno a la búsqueda de un nuevo orden social mundial. Una de las más recientes es la petición del Vaticano para la creación de un órgano de autoridad global y de un banco central mundial.

La Santa Sede se escuda en los tiempos de crisis que estamos sufriendo, estas dificultades mundiales que han de hacer que todos pongan su pequeño empuje, pero, ¿es realmente esta la solución? La globalización siempre se ha escudado en que aportan un mejor desarrollo para todos pero las pruebas son claras de que este tipo de reformas suele ser de gran beneficio para los más ricos y para coartar el posible crecimiento de los países que se encuentran en vías de desarrollo. En estos tiempos de grandes cambios es cuando surgen los grandes líderes mediáticos tanto de buenas como de malas intenciones, por lo tanto debemos estar atentos e incrédulos ante ellos.

El Vaticano lo argumenta como una crítica al actual sistema financiero, al cual crítica porque ciertos organismos tienen demasiado poder, pero dudo de que la solución para erradicar estos abusos sea crear una autoridad aun mayor. No puedes parar un abuso ejerciendo un abuso mayor, o al menos en este caso. Quizás la solución más coherente sea darle la vuelta al sistema, olvidar la globalización que nos ha llevado de cabeza a la perdida de cultura, de valores y de diferenciación positiva y apostar por dinamizar la economía de manera local e independiente.

Es la hora de despertar y quitarnos la venda que tapa nuestras ilusiones. Que determinadas organizaciones mundiales que mueven todo desde la sombra no aprovechen estos momentos de coyuntura económica y revuelta social para alzarse con más poder, que no consigan su ansiado nuevo orden que solo hará que se beneficien los mismos de siempre. Estas acciones solo servirían para polarizar aun más el desigual mundo en el que vivimos, solo hay que tener como referencia los actuales problemas que posee la Unión Europea. 

Son tiempos difíciles y por eso es necesaria una unión del pueblo, pero no de los que gobiernan y nos oprimen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si Orwell levantara la cabeza, demandaría al Vaticano por plagio.

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