Seguramente el más interesante y el que nos causará más
controversia, ya que es al que más nos exponemos. Según la teoría conspiratoria
las películas y los programas de TV actuarían como hechizos electrónicos o autoprofecías.
Los mass media son usados para condicionar a las masas sobre cambios sociales
planteados por nuestros “líderes”, como leyes políticas o económicas, para que
cuando estos cambios se implanten sean recibidos como una “progresión natural”
dentro de la realidad mediática en la que nos encontramos y así haya menos oposición
a dichos cambios.
Entre los temas más curiosos que trata la programación predictiva
se encuentra el transhumanismo (fusión entre máquinas y hombres), siendo esta
idea sugestionada a través de películas de ciencia ficción como Terminator, Tron o la excelente saga Matrix.
Otra inquietante y supuesta agenda predictiva trata de
preparar el terreno para la existencia de extraterrestre o el anuncio de que ya
están aquí. Tratan de normalizarlo indirectamente para cuando see decida
orquestar un “evento extraterrestre”, lo tengamos medianamente aceptado y no
nos alarmemos.
La lista es interminable, desde la entrañable E.T. de Spilberg, pasando por Distrito 9, la Guerra de los Mundos, la
aclamada Avatar o las desternillantes
Men in Black o Mars Attack!
Pero la posición de culto audiovisual conspiratorio de
ciencia ficción se lo lleva la serie V,
donde se especula de la incursión de vida extraterrestre en nuestra sociedad….y
además son reptilianos.
Hasta en la literatura encontramos modelos predictivos, y
como ejemplos dos clásicos que debéis pillaros a la voz de ya si todavía no los
habéis leído; 1984 de George Orwell y Un mundo feliz de Aldous Huxley. La primera
obra, escrita en 1948 que especula con sobre una sociedad gobernada por una
dictadura oligárquica de una manera pasmosa, de esta novela se deriva el
concepto del Gran Hermano que todo lo ve. La segunda, de 1931, anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva,
cultivos humanos e hipnosis que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada,
saludable y avanzada tecnológicamente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son permanentemente
felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras
eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía.
Como parte irónica, podemos ver como en multitud de
películas se hace alusión a los símbolos y acontecimientos que muchas veces son
simples casualidades, como la aparición de 9
11 en la película de Terminator,
ya que simboliza las medidas del camión. Vaya que algunas puedes considerarlas programación
predictiva y otras resultado de obsesiones frikis.
Sí queréis más información y tenéis un hueco echadle un
ojo a la obra de Alan Waat, un tipo que sostenía que: Las películas
y programas televisivos induces cosas
o ideas que de otra forma serían consideradas bizarras, vulgares, indeseables o
imposibles son implantadas en estas películas en regiones de fantasía. Cuando
el espectador ve estas películas su mente está abierta a la sugestión y el
proceso de condicionamiento empieza. Estas mismas películas, que son diseñadas
para programar a la persona promedio, pueden darle al espectador atento un
mejor entendimiento de los pormenores de la agenda mundial”
2 comentarios:
muy buena la entrada, ¡a la mierda la tele!
Tal vez estemos obsesionados con la idea de la manipulación mental. Tal vez ET no fuese si no otra película que habla de entender al que es diferente. Tal vez Terminator se crease con el único fin de que Arnold Schwarzenegger luciese palmito. Tal vez sea cierto, y a mí ya me hayan lavado el cerebro.
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