Cada vez son más las credenciales que versan entorno a la
búsqueda de un nuevo orden social mundial. Una de las más recientes es la
petición del Vaticano para la creación de un órgano de autoridad global y de un
banco central mundial.
La Santa Sede se escuda en los tiempos de crisis que estamos
sufriendo, estas dificultades mundiales que han de hacer que todos pongan su
pequeño empuje, pero, ¿es realmente esta la solución? La globalización siempre
se ha escudado en que aportan un mejor desarrollo para todos pero las pruebas
son claras de que este tipo de reformas suele ser de gran beneficio para los
más ricos y para coartar el posible crecimiento de los países que se encuentran
en vías de desarrollo. En estos tiempos de grandes cambios es cuando surgen los
grandes líderes mediáticos tanto de buenas como de malas intenciones, por lo
tanto debemos estar atentos e incrédulos ante ellos.
El Vaticano lo argumenta como una crítica al actual sistema
financiero, al cual crítica porque ciertos organismos tienen demasiado poder,
pero dudo de que la solución para erradicar estos abusos sea crear una
autoridad aun mayor. No puedes parar un abuso ejerciendo un abuso mayor, o al
menos en este caso. Quizás la solución más coherente sea darle la vuelta al
sistema, olvidar la globalización que nos ha llevado de cabeza a la perdida de
cultura, de valores y de diferenciación positiva y apostar por dinamizar la
economía de manera local e independiente.
Es la hora de despertar y quitarnos la venda que tapa
nuestras ilusiones. Que determinadas organizaciones mundiales que mueven todo
desde la sombra no aprovechen estos momentos de coyuntura económica y revuelta
social para alzarse con más poder, que no consigan su ansiado nuevo orden que
solo hará que se beneficien los mismos de siempre. Estas acciones solo
servirían para polarizar aun más el desigual mundo en el que vivimos, solo hay
que tener como referencia los actuales problemas que posee la Unión
Europea.
Son tiempos difíciles y por eso es necesaria una unión del
pueblo, pero no de los que gobiernan y nos oprimen.
1 comentario:
Si Orwell levantara la cabeza, demandaría al Vaticano por plagio.
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